Una de las estrategias centrales para reducir el consumo innecesario de energía es el impulso de una política de eficiencia energética.
La eficiencia energética es el conjunto de acciones que tienen como objetivo el empleo de menores cantidades de energía para la obtención de un servicio energético como, por ejemplo, climatización, transporte, conservación de alimentos e iluminación. Podemos clasificarlas en:
Una de las principales conclusiones de los diferentes Escenarios Energéticos en los que participamos, revela que el potencial de ahorro energético en la Argentina es muy grande, y sigue sin ser aprovechado. El potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los próximos años es de un 30% - 48% con respecto a las emisiones estimadas si se aplicaran políticas para la reducción del consumo.
Además de ahorrar energía, ahorraremos dinero. La implementación de políticas de eficiencia energética tiene una relación costo-beneficio 15 veces menor que la provisión de más energía, que sería necesaria según las tendencias del escenario de referencia.
Una de las conclusiones más alentadoras es que todos los sectores de la sociedad tienen la posibilidad y la obligación de participar en la optimización del uso del recurso energético. Una parte importante de este potencial de ahorro se encuentra en el sector residencial y en el sector comercial/público. Estos dos sectores concentran el 62% del potencial de ahorro de energía eléctrica.
La eficiencia energética es el conjunto de acciones que tienen como objetivo el empleo de menores cantidades de energía para la obtención de un servicio energético como, por ejemplo, climatización, transporte, conservación de alimentos e iluminación. Podemos clasificarlas en:
- Empleo de tecnologías eficientes (apagado y/o encendido automático de luces, por ejemplo).
- Diseño óptimo y buenas prácticas en la operación y mantenimiento de las instalaciones energéticas.
- Cambios de actitudes a partir de la concientización y la educación, que conduzcan a emplear la energía más apropiadamente y no a derrocharla.
¡Los beneficios son muchos!
Al hacer uso eficiente de la energía, ayudamos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -principal causa del calentamiento global-, protegemos nuestros recursos no renovables, favorecemos que los servicios energéticos se brinden a un menor costo y, de esta manera, cuidamos nuestro bolsillo.Una de las principales conclusiones de los diferentes Escenarios Energéticos en los que participamos, revela que el potencial de ahorro energético en la Argentina es muy grande, y sigue sin ser aprovechado. El potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los próximos años es de un 30% - 48% con respecto a las emisiones estimadas si se aplicaran políticas para la reducción del consumo.
Además de ahorrar energía, ahorraremos dinero. La implementación de políticas de eficiencia energética tiene una relación costo-beneficio 15 veces menor que la provisión de más energía, que sería necesaria según las tendencias del escenario de referencia.
Una de las conclusiones más alentadoras es que todos los sectores de la sociedad tienen la posibilidad y la obligación de participar en la optimización del uso del recurso energético. Una parte importante de este potencial de ahorro se encuentra en el sector residencial y en el sector comercial/público. Estos dos sectores concentran el 62% del potencial de ahorro de energía eléctrica.