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Noticias
Los gobiernos establecen el rumbo para acciones climáticas más ambiciosas, pero se requieren más medidas inmediatas
Después de dos semanas de negociaciones, los gobiernos alcanzaron un acuerdo que representa progreso en el largo plazo. Pero necesita ser fortalecido y complementado de manera urgente con acciones aceleradas en el corto plazo, si queremos tener la esperanza de alcanzar la meta final de estar por debajo de los 2°C o 1,5°C.
Mientras que el acuerdo de París entrará en vigor en el 2020, la ciencia nos dice que para alcanzar la meta global que limite el calentamiento a 1,5 °C o que no exceda los 2°C, las emisiones deben alcanzar su límite
máximo antes de 2020 y después reducirse de manera drástica. Los actuales compromisos solo nos brindarán la mitad de lo que se necesita, dejando una brecha de 12-16 gigatoneladas de emisiones.
Los gobiernos necesitan regresar a sus países para actuar en todos los niveles, con el fin de cerrar la brecha de emisiones, proveer los recursos necesarios para la transición energética, y proteger a los más vulnerables. Asimismo, el financiamiento para la adaptación, pérdidas y daños, y escalamiento de reducción de emisiones debería ser el primer mandato luego del trabajo de París.
Yolanda Kakabadse, Presidenta de WWF Internacional, sostiene, “Las negociaciones climáticas en París hicieron más que producir solo un acuerdo. Este momento ha impulsado a la comunidad global hacia una acción colaborativa de gran escala, para hacerle frente al cambio climático. Al mismo tiempo que un nuevo acuerdo climático se establecía, más de 1000 ciudades se comprometieron con 100% de energía renovable; tomó forma un ambicioso plan por parte de África para desarrollar fuentes de energía renovables al 2020; y se lanzó la Alianza Solar Internacional por parte de India, que incluye a más de 100 países para abordar simultáneamente los temas de acceso a la energía y el cambio climático. Estos son exactamente el tipo de acciones de cooperación que necesitamos para desarrollar rápidamente y complementar el acuerdo de París".
Algunos de los resultados del Acuerdo fueron:
Crear un plan para cerrar la brecha de ambición, incluyendo el financiamiento y otro apoyo para acelerar la acción ahora y después de 2020
El acuerdo incluye algunos de los elementos de un mecanismo de ambición,como los ciclos de 5 años anuales, los balances periódicos para acciones de reducción de emisiones, el financiamiento y la adaptación, y los momentos globales que crean la oportunidad para que los gobiernos mejoren sus acciones. Sin embargo, la ambición y la urgencia de la acción climática no es lo suficientemente fuerte, y dependerá, en esencia, de las acciones de los gobiernos para tomar medidas rápidas y con mayor ambición. Asimismo los actores no estatales, incluyendo las ciudades, el sector privado y los ciudadanos, deben continuar las acciones de cooperación ambiciosas y presionar a los gobiernos para hacer mucho más.
Apoyar a los países vulnerables para limitar los impactos del cambio climático y hacer frente a los inevitables daños. La inclusión de un objetivo global para la adaptación, así como un reconocimiento separado y explícito sobre el tema de pérdidas y daños, son logros importantes en el acuerdo. Esto resulta de un largo camino para mejorar el perfil y la importancia de abordar la protección a los más vulnerables al cambio climático. Sin embargo, el acuerdo no es suficiente para asegurar el apoyo necesario para la protección de los más pobres y vulnerables.
Establecer una meta a largo plazo al 2050 con el objetivo de alejarse de los combustibles fósiles y migrar hacia la energía renovable y al uso sostenible del suelo. Al incluir un objetivo de temperatura de largo plazo que esté muy por debajo de los 2°C de calentamiento, con una referencia a una meta de 1,5°C en el acuerdo, se está enviando una fuerte señal de que los gobiernos se comprometen a estar alineados con lo que dice la ciencia. Además, el reconocimiento de la brecha de las emisiones y la inclusión de un objetivo cuantificado de gigatoneladas al 2030, debe servir como base para la revisión de los compromisos nacionales antes de 2020.
El acuerdo establece el año 2018 como un momento crucial en el mundo para que los países vuelvan a la mesa de negociación y hagan un balance de sus esfuerzos actuales en relación con este objetivo global, lo cual debería resultar en acciones más fuertes y mejoradas respecto a la reducción de emisiones, las finanzas y la adaptación.
El acuerdo de París alcanzó un buen avance al reconocer, en un solo artículo, que todos los países deben actuar para detener la deforestación y la degradación y mejorar el manejoterritorial. El acuerdo también incluye un proceso que puede proporcionar una guía para la contabilidad de lo suelos. El apoyo financiero adecuado y previsible para la reducción de emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques podría haber sido más fuerte.