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Nueva publicación: El Estado del Bosque Atlántico

Luego de 15 años de trabajo en la zona, el reporte “El Estado del Bosque Atlántico” resume los principales logros, fracasos y lecciones aprendidas, así como las iniciativas que representan hitos en la implementación de la conservación de la naturaleza en la ecorregión dentro de los tres países.

El Bosque Atlántico, un complejo de 15 ecorregiones terrestres, cubrió alguna vez casi una décima parte del continente Sudamericano (1.345.300 km2). En la actualidad, y debido a diversas por las actividades humanas, es un frágil tesoro que fue reducido significativamente en su extensión y se encuentra diseminado en cientos de miles de fragmentos (sólo queda el 16,8% de los bosques originales). Sin embargo, sigue siendo uno de los bosques más diversos, ricos e inconfundibles del planeta, y requiere de un enorme esfuerzo de la sociedad para asegurar su existencia para las generaciones futuras.
 
Pese a la reducción, el Bosque Atlántico aún posee una extraordinaria diversidad de especies, entre las que se destaca un gran número de especies endémicas. Esta notable riqueza biológica coexiste con una población humana altamente concentrada, particularmente en Brasil. Además, la importancia de esta ecorregión para la biodiversidad global es extraordinaria: el 7% de las especies de plantas de todo el Planeta y el 5% de las especies de vertebrados se encuentran en el Bosque Atlántico; registrándose una increíble cifra de 443 especies de árboles en sólo una hectárea de bosque y se estima que entre 3 y 12 millones de especies de bacterias desconocidas para la ciencia viven en los árboles del Bosque Atlántico.
 
Cerca de un tercio de la población humana de América del Sur vive en la ecorregión del Bosque Atlántico, habitada por más de 148 millones de personas. La densidad de población humana promedio en el Bosque Atlántico es de 110 personas / km2, casi veinticinco veces la densidad de la ecorregión amazónica. Dos de las 30 ciudades más grandes del mundo - São Paulo y Río de Janeiro - se encuentran en el corazón de este bosque. La población humana aún no se estabilizó en la ecorregión, ya que los tres países muestran tendencias positivas de crecimiento poblacional. Estos hechos enfatizan la fuerte presión humana sobre los recursos biológicos y los servicios ecosistémicos del Bosque Atlántico.
 
La Organización Mundial de Conservación (WWF) y la Fundación Vida Silvestre Argentina establecieron, en la década del 90, el Programa Ecorregional del Bosque Atlántico en un esfuerzo por asegurar su futuro. Esta iniciativa, liderada por las oficinas de Argentina, Brasil y Paraguay, logró o contribuyó al éxito de una serie de objetivos compartidos de conservación a largo plazo, mediante un trabajo en alianza con gobiernos locales, el sector privado, los medios de comunicación, el mundo académico y otras ONGs. Luego de 15 años de trabajo, el reporte “El Estado del Bosque Atlántico” resume los principales logros, fracasos y lecciones aprendidas, así como las iniciativas que representan hitos en la implementación de la conservación de la naturaleza en la ecorregión dentro de los tres países.

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