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COP25: El énfasis debe estar puesto en incrementar la ambición climática y atender a las desigualdades sociales

Carolina Schmidt, Presidenta de la COP25, abordó el vínculo entre las actuales crisis sociales que afectan a la región y la crisis climática, que “tiene un efecto multiplicador, que profundiza severamente las desigualdades sociales y medioambientales preexistentes”.

Carolina Schmidt, Presidenta de la COP25, abordó el vínculo entre las actuales crisis sociales que afectan a la región y la crisis climática, que “tiene un efecto multiplicador, que profundiza severamente las desigualdades sociales y medioambientales preexistentes”.
 
MADRID, 2 de diciembre de 2019.- El traspaso de la presidencia de la COP abrió hoy la Cumbre Climática de la ONU (COP25), que reúne en Madrid a representantes de casi 200 países, entre el 2 y el 13 de diciembre.
 
Michal Kurtyka, ministro de Clima de Polonia y presidente de la COP24, entregó el relevo a la ministra de Medio Ambiente de Chile y ahora presidenta de la COP25, Carolina Schmidt, quien dijo asumir este mandato en representación de Latinoamérica y el Caribe, con países en vías de desarrollo que son altamente vulnerables a los impactos del cambio climático.
 
En su discurso de apertura, Schmidt relevó la necesidad de aumentar la ambición de la acción climática y de basar las decisiones en ciencia, pero también puso énfasis en las actuales crisis sociales que afectan a diversos países de la región, destacando su relación con el cambio climático. “La crisis climática es el desafío más importante que enfrentamos hoy como humanidad. El cambio climático es injusto, afecta más severamente a las personas, comunidades y países más vulnerables, y tiene un efecto multiplicador, que profundiza severamente las desigualdades sociales y medioambientales preexistentes. La crisis social y la crisis ambiental son las crisis del siglo XXI y son dos caras de la misma moneda, no se puede enfrentar una sin hacernos cargo de la otra. Por eso las personas deben estar al centro de nuestras decisiones, porque son las personas las que padecen los efectos de la contaminación, las sequías, los aluviones, inundaciones, incendios y múltiples impactos que el calentamiento global profundiza”, sostuvo.
 
La ministra llamó a trabajar juntos, multilateralmente y con solidaridad, incrementando la ambición no solo en la mitigación sino que también en la adaptación y en los medios de implementación.
 
Para Manuel Pulgar, director de Clima y Energía de la Organización Mundial de Conservación (WWF por sus siglas en inglés),  “no hay duda de que, dada la creciente urgencia de la crisis climática, el progreso en la COP25 es esencial. Todos los países deben hacer su contribución justa, especialmente aquellos que son históricamente responsables del problema y que poseen más recursos. 2020 es un año clave para tomar decisiones y acciones firmes sobre el clima y la naturaleza; no podemos permitirnos no estar a la altura de las expectativas de la gente en las calles".
 
 
“El cambio climático, el bienestar humano y la desigualdad están fuertemente vinculados en América Latina. Por esta razón, invertir en la mitigación y adaptación al cambio climático tendrá un impacto directo en la reducción de la desigualdad y la vulnerabilidad en la región. Lograr una transición hacia economías sociales y ambientalmente sostenibles generará más empleos y ayudará a cumplir los objetivos de justicia social y erradicación de la pobreza", destacó por su parte Ximena Barrera, Coordinadora de Política de Latinoamérica de WWF
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En la misma línea, Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, país que preside la COP, sostuvo que junto con aumentar la ambición a nivel global, con el fin de limitar el aumento de temperatura a 1,5°, “es muy claro que las negociaciones deben ir alineadas a las discusiones sociales, como la justicia climática y las inequidades en el acceso a recursos naturales. Esa es una de las discusiones que deben suceder  y tenemos la esperanza de que esos temas también puedan ser incorporados, y que la voz de la sociedad civil de Chile y Latinoamérica sea escuchada también en Madrid y esto contribuya a enriquecer las negociaciones de alto nivel”.
 
Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina, destacó: “La ambición de todos los países, incluyendo a la Argentina debe aumentar: aún hacen falta más medidas y compromisos para limitar el calentamiento global a 1.5 ºC. Este compromiso debe ser de todos: con los actores gubernamentales no alcanza; deben participar también absolutamente todos los sectores de la sociedad. Argentina presenta enormes posibilidades para el desarrollo de una economía de bajo carbono, que diferencie la producción nacional en los mercados internacionales generando desarrollo y bienestar a la población, sin comprometer a las generaciones futuras

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