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Día Internacional de la Diversidad Biológica: Argentina espera una ley

Por Fernando Miñarro, director de conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina.

La diversidad biológica es la base para el funcionamiento de las sociedades. Además de su importancia económica, regula el clima y el agua, controla plagas y enfermedades, nos da alimentos, materias primas y purifica del aire.

[Publicada en Diario Perfil]

Cada 22 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Diversidad Biológica, con el objetivo de concientizar a la población sobre la amplia variedad de especies que habitan la Tierra, sus patrones naturales e importancia. Es una fecha que nos impulsa a pensar y actuar, mientras atravesamos una crisis de pérdida de biodiversidad.
 
El Convenio de Diversidad Biológica (CDB) emerge como uno de los acuerdos para lograr el desarrollo sustentable luego de la Cumbre de Río 1992 y es el primero en plantear que la diversidad biológica es una preocupación común de la humanidad y una parte integral del proceso de desarrollo. Está conformado por 196 países, entre los cuales se encuentra la Argentina, y entró en vigor en 1993 con 3 objetivos bien concretos: conservar la diversidad biológica, el uso sustentable de los componentes de la diversidad y distribuir los beneficios del uso de los recursos genéticos de manera justa y equitativa.  
 
Más de una década después, en 2010, se adoptó el Plan Estratégico Para la Diversidad Biológica (2011-2020), conocido por instaurar las 20 Metas Aichi a 2020 y tener una visión a 2050 de lograr el objetivo de vivir en armonía con la naturaleza. 
 
A partir de este plan, cada país miembro debía realizar su Estrategia Nacional de Biodiversidad (ENB) y sus correspondientes Planes de Acción. Desde el 19 de diciembre de 2022 corre la adopción del nuevo Acuerdo Kunming-Montreal, que compromete al mundo a detener y revertir la pérdida de biodiversidad en 2030. 
 
Entre sus principales objetivos está el de conservar al menos el 30% de la tierra, agua dulce y océanos del mundo, respetando los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales y reconociendo las contribuciones de los territorios indígenas y tradicionales.
 
Qué es la Biodiversidad

La diversidad biológica o biodiversidad abarca a todas las especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, su variabilidad genética, los ecosistemas de los cuales forman parte, y los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas.
Además del valor intrínseco que posee por el sólo hecho de existir, la diversidad biológica se relaciona con muchísimos aspectos de nuestras vidas: nuestra salud, nuestra economía, nuestro bienestar, nuestros medios de subsistencia y desarrollo. 
 
Ofrece servicios de importancia económica y social y es la base para el funcionamiento de las sociedades. Entre estos servicios se encuentran por ejemplo la regulación del clima y el agua, el control de enfermedades y plagas, la provisión de alimentos, materias primas y agua potable, la purificación del aire, así como también beneficios culturales.

La evidencia científica demuestra que la crisis de la naturaleza y sus consecuencias se aceleraron. El Informe Planeta Vivo 2022 de WWF revela una disminución promedio del 69% en las poblaciones de vida silvestre monitoreadas durante el período de 48 años que abarca de 1970 a 2018. 
 
Biodiversidad en América Latina


La región de América Latina y el Caribe es la que cuenta con la mayor disminución de las poblaciones de vida silvestre monitoreadas a nivel mundial, con una disminución promedio del 94% entre 1970 y 2018. En todo el mundo, el informe indica que las principales causas de la disminución de estas poblaciones son la degradación y pérdida del hábitat, la explotación, la introducción de especies invasoras, la contaminación, el cambio climático y las enfermedades.
 
El planeta muere sin biodiversidad; nosotros también.
 
El informe también advierte que la creciente destrucción de la naturaleza por parte de la humanidad está teniendo impactos catastróficos no solo en la vida silvestre, sino también en la salud humana, la seguridad alimentaria y todos los demás aspectos de nuestras vidas. Estos datos son preocupantes y nos muestran, una vez más, que es necesario cambiar la forma en que producimos y consumimos, la tecnología que utilizamos y nuestros sistemas económicos y financieros, para evitar el declive de la naturaleza y el deterioro de la salud del planeta.
 
En el Día Internacional de la Diversidad Biológica, desde Fundación Vida Silvestre Argentina reforzamos la urgencia de acciones concretas que no sólo frenen la pérdida de la biodiversidad, sino que encaminen su recuperación a 2030. Los gobiernos deben impulsar el cambio transformador necesario si queremos corregir el rumbo y asegurar un futuro más saludable y sostenible para las personas y el planeta.
 
Hay mucho por hacer en la Argentina al respecto. Una de las necesidades es la sanción de dos leyes fundamentales para la conservación de la biodiversidad: una de Diversidad Biológica, que establezca estándares mínimos para su conservación y uso sostenible. Y otra de Áreas Protegidas. El trabajo para alcanzar estas leyes debería formar parte del nuevo Plan de Acción 2025-2030 que la Argentina debe generar con la pronta actualización de su Estrategia Nacional de Biodiversidad.
 
El mayor desafío es transformar los compromisos asumidos en acciones concretas, tangibles y medibles. Esto nos permitirá alcanzar los efectos esperados antes de que las consecuencias sean muy graves y, en algunos casos, sin vuelta atrás. 



 

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